Trasplantes
Tratamientos de futuro para la diabetes tipo 1: Trasplantes
Trasplante de páncreas
El trasplante de páncreas es en la actualidad el único tratamiento de la diabetes que
consigue restaurar la normoglucemia a largo plazo, pero de este tratamiento solo
pueden beneficiarse un número muy reducido de pacientes, debido a que hay un
número muy limitado de donantes y aunque su mortalidad se ha reducido notablemente
presenta una morbilidad importante.
Las variantes del trasplante de páncreas experimentadas hasta el momento son tres: el
trasplante simultáneo riñón-páncreas, que supone casi el 90% del total; el trasplante de
páncreas después de riñón, que representa en torno el 10%, y el trasplante de páncreas
aislado, muy poco utilizado.
Uno de los principales inconvenientes es que el sistema inmunitario considere el órgano
trasplantado como algo extraño y lo rechace. Para prevenir el rechazo, los pacientes
deben tomar medicamentos como corticoesteroides que provocan debilidad en la
respuesta inmune y provoca que el paciente tenga menor capacidad de combatir las
infecciones y otros problemas. Pero más del 95% de las personas sobreviven al primer
año después del trasplante .
Trasplante de islotes pancreáticos
En este tipo de trasplante se obtienen los islotes pancreáticos de un donante
multiorgánico mediante el “método Ricordi” donde los elementos esenciales son la
digestión mediante colagensas y la purificación mediante centrifugación.
Este proceso fue desarrollado en 1967, donde se implantaron trasplantes de islotes
pancreáticos en ratones, este experimento obtuvo buenos resultados, pero al realizarlo
en humanos fue un fracaso.
En el año 2000 en la Universidad de Alberta, en Edmonton, se descubrió un nuevo
método para el trasplante de islotes el “protocolo de Edmonton” con el que consiguieron
la insulinoindependencia de un 80% de pacientes, debido a que realizaron cambios
estratégicos con respecto al método inicial.
Este protocolo no ha tenido mortalidad y la morbilidad es muy baja comprándolo con el
trasplante de órganos. Pero también tiene efectos adversos como la trombosis de la
vena porta, elevación del número de enzimas hepáticos, anemia, úlceras bucales...
Uno de los inconvenientes de este tipo de trasplante es el escaso número de
donantes y de centros especializados. Para hacer frente a la enorme demanda es
necesario contemplar el estudio de otras alternativas como disponer de sistemas de
expansión de islotes in vitro, buscar fuentes alternativas para producir células
productoras de insulina como las células madre o xenotransplantes que permitiría
recurrir a otras especies como el cerdo para incrementar el número de islotes
disponibles, pero aún están en estudios debido a que tiene muchas limitaciones como
el rechazo o la transmisión de la zoonosis, es decir la transmisión de enfermedades
de los animales a las personas.
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